Juan Pablo Montoya
Juan Pablo Montoya Roldán, es un piloto de automovilismo de velocidad colombiano. Fue campeón de la serie CART en 1999 con Ganassi y tercero en la Fórmula 1 en 2002 y 2003 con Williams F1. Desde 2006 compite en la Copa NASCAR para Ganassi, donde fue el primer extranjero en clasificar a la Caza por la Copa en 2009. También ganó las 24 Horas de Daytona de 2007 y 2008 y llegó segundo en 2009 y 2011, también para Ganassi.
En su carrera como piloto le a dado jubilo y gloria a Colombia convirtiendolo en un idolo. algunos de sus logros mas importantes son :
Las 500 millas de Indianápolis
En medio de la algarabía, a Juan Pablo Montoya le pusieron una corona de flores en el pecho. Un montón de brazos querían cogerlo a la vez, pero él estiró su mano derecha y agarró la botella de leche, el símbolo para el campeón de las 500 millas de Indianápolis. Entonces brincó, bebió un primer sorbo -largo y profundo- y así cumplió con el tradicional rito. Minutos antes, tan pronto su auto rojo número 9 del equipo Target Chip Ganassi pasó de primero bajo la bandera ajedrezada, empuñó la misma mano para moverla de atrás hacia adelante con furia y felicidad. Ese día, el domingo 28 de mayo de 2000, Montoya lideró la prueba durante 167 vueltas y sintió una alegría parecida a la del británico Graham Hill, quien 33 años antes había sido el primer novato en ganarla. Después le agradeció a su equipo, se bajó del carro, le pasó la botella de leche a su papá, Pablo, y le ofreció sus brazos a la gente que se moría por celebrar con él.
SOBREPASO DE MONTOYA A SCHUMACHER
La primera gran emoción que les provocó a los colombianos Juan Pablo Montoya como piloto de Fórmula 1 duró apenas 4,4 segundos. Al frente del Williams número 6, en la segunda vuelta del circuito de Interlagos, el bogotano hundió el acelerador a fondo en la recta principal y antes de la primera curva alcanzó al Ferrari del tricampeón Michael Schumacher. Ambos giraron al mismo tiempo, pero Montoya atacó al alemán, le ganó el lado más amplio de la pista y lo forzó a frenar al terminar la segunda curva, ya que se había salido levemente del pavimento. Luego siguió de largo y tomó la punta de la prueba. Apenas en su tercera carrera en la F1, en abril de 2001, Montoya mostró que era el piloto más irreverente de la categoría y en ese momento, tal vez, el único capaz de hacer morder el polvo terrenal a quien ya había subido tres veces al olimpo de los dioses.
Montoya gana el GP de Mónaco
Juan Pablo Montoya nunca ha besado un trofeo con tanta pasión como lo hizo con la copa de plata que obtiene el ganador del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1. El domingo 10 de junio de 2003, con el corazón a más revoluciones por hora que su auto, y sin parar de sonreír, recibió la insignia de manos del príncipe Rainiero. Enseguida se paró en la quinta y última de las escaleras adornadas con una alfombra roja y al escuchar los primeros acordes del himno de Colombia, se quitó la gorra azul rey, bajó la cabeza y estuvo a punto de llorar y de reír al mismo tiempo. La imagen es inmortal: un escalón debajo están Michael Schumacher, a su izquierda, y Kimi Raikkonen, a su derecha. Detrás de él, a su izquierda, la princesa Carolina; en el centro, Rainiero, y a la derecha, el príncipe Alberto. Fue el epílogo feliz de una carrera perfecta en el difícil trazado monagesco, que, según afirman los que saben, sólo ganan los pilotos más talentosos. Y Montoya lo hizo con honores, al imponer nuevo récord de tiempo total: una hora, 42 minutos, 19 segundos. Ese día no cabía de dicha y hasta bañó en champaña a Schumacher. Luego se abrazó largamente con su esposa, Connie Freydell, y también para ella hubo un beso apasionado en la boca.